PICOS DE EUROPA
El Parque Nacional de los Picos de Europa
El Parque Nacional de los Picos de Europa se creó en 1918 como Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, siendo el primer Parque Nacional de España. Inicialmente comprendía 16.925 ha, el 30 de mayo de 1995 se amplió su extensión y en 1995 se amplió a los tres macizos que constituyen los Picos de Europa (hasta las 64.660 hectáreas) cambiando el primitivo nombre por el actual. Finalmente, el 3 de diciembre de 2014 se volvió a ampliar hasta las 67.455 actuales.
Sus 67.455 Ha. lo convierten en uno de los mayores espacios protegidos del Estado, abarcando terrenos que pertenecen a las tres comunidades autónomas: Asturias (27.027 ha.), Cantabria (15 381 ha) y Castilla-León (24 719 ha).
El territorio se distribuye entre los municipios asturianos de Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Onís, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja, los leoneses de Oseja de Sajambre y Posada de Valdeón y los cántabros de Camaleño, Cillorigo de Liébana y Tresviso.
El 9 de julio de 2003 la Unesco aprobó la propuesta que lo convierte en Reserva de la Biosfera.
Respondiendo a la filosofía de los Parques Nacionales, éste es un exponente de los ecosistemas de alta montaña y bosque atlántico sobre una geología dominada por la actividad kárstica, con simas que llegan a más de 1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos o lagunas (destacando los Lagos de Covadonga (Enol y de La Ercina), en el Macizo Occidental, o la Laguna de Andara, en el Macizo Oriental, lamentablemente reducida a una mínima expresión por actividades humanas vinculadas a la explotación minera de su entorno. Las lagunas de Liordes, de Lloroza y de Moñetas).
El macizo central, el más montañoso, tiene su cima en Torrecerredo a 2.648m sobre el nivel del mar, pero quizá el pico más emblemático sea el Naranjo de Bulnes (conocido localmente Pico Urriellu) a 2.519m.
En el Parque se pueden encontrar especies vegetales y animales de gran interés como hayedos y bosques mixtos, praderías de alta montaña con plantas exóticas y endémicas (matalobos, digital enana, lirios alpinos, etc.)
Entre sus peñas habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos, lobos y presencia ocasional de algún oso. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el pito negro y el urogallo, y entre las grandes rapaces el alimoche, buitre leonado y el águila real.
Así mismo, el espacio es un exponente de la cultura tradicional ligada al pastoreo y a la elaboración del queso. El paisaje se encuentra modelado por el hombre en forma de majadas (agrupaciones de cabañas) y vegas, dejándose notar también su presencia en la abundancia de animales domésticos (vacas, cabras y ovejas) que constituyen la rica cabaña ganadera local y la base de elaboración de los apreciados quesos locales (Gamonéu, Cabrales, Tresviso…)